Algunos creen que la castración no solucionaría los problemas en delitos sexuales, pues no es así.
La testosterona genera las ganas, no necesariamente el flujo sanguíneo, al disminuir la testosterona se inhibe lo que algunos autores denominaron orgásmica, esta son las ganas de hacer cualquier cosa fuera de lo normal, es decir si un hombre tiene demasiada cantidad del mismo en un momento determinado, este pensará en su pareja, tomar licor o buscar enfrentamiento verbales o violentos con otros para disipar.
En 1972, Kreuz y Rose realizaron un estudio con 21 jóvenes delincuentes encarcelados y llegaron a la conclusión de que lo que diferenciaba a los diez que habían cometido en su adolescencia delitos más graves y violentos era que tenían niveles superiores de testosterona en plasma.
El abogado de Ismael Velázquez, el Asesino de Daimiel, solicitó la castración química para su cliente, durante el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Ciudad Real (España) en noviembre. Ismael fue declarado culpable de un delito de asesinato con una agravante de ensañamiento por degollar en agosto de 2002 a Consuelo Pozuelo, una joven de 26 años.
La castración química es un término utilizado para describir los medicamentos destinados a reducir la líbido y a reducir la actividad sexual, por lo general, para impedir que los violadores, pedófilos y otros delincuentes sexuales reincidan.
California fue el primer estado que usó la castración química como una pena para los delincuentes sexuales. En los casos en que la víctima es menor de 13 años de edad, los jueces en California pueden exigir a los delincuentes primarios a someterse a la castración química. Después de un segundo delito, el tratamiento es obligatorio
Finalmente para los que conocemos de animales, estos no solo bajan en su comportamiento sexual sino que baja significativamente la violencia y el enfrentamiento entre los mismos.
Yo denominaría al castrado como ungido, la testosterona vuelve a las personas en animales
La testosterona genera las ganas, no necesariamente el flujo sanguíneo, al disminuir la testosterona se inhibe lo que algunos autores denominaron orgásmica, esta son las ganas de hacer cualquier cosa fuera de lo normal, es decir si un hombre tiene demasiada cantidad del mismo en un momento determinado, este pensará en su pareja, tomar licor o buscar enfrentamiento verbales o violentos con otros para disipar.
En 1972, Kreuz y Rose realizaron un estudio con 21 jóvenes delincuentes encarcelados y llegaron a la conclusión de que lo que diferenciaba a los diez que habían cometido en su adolescencia delitos más graves y violentos era que tenían niveles superiores de testosterona en plasma.
El abogado de Ismael Velázquez, el Asesino de Daimiel, solicitó la castración química para su cliente, durante el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Ciudad Real (España) en noviembre. Ismael fue declarado culpable de un delito de asesinato con una agravante de ensañamiento por degollar en agosto de 2002 a Consuelo Pozuelo, una joven de 26 años.
La castración química es un término utilizado para describir los medicamentos destinados a reducir la líbido y a reducir la actividad sexual, por lo general, para impedir que los violadores, pedófilos y otros delincuentes sexuales reincidan.
California fue el primer estado que usó la castración química como una pena para los delincuentes sexuales. En los casos en que la víctima es menor de 13 años de edad, los jueces en California pueden exigir a los delincuentes primarios a someterse a la castración química. Después de un segundo delito, el tratamiento es obligatorio
Finalmente para los que conocemos de animales, estos no solo bajan en su comportamiento sexual sino que baja significativamente la violencia y el enfrentamiento entre los mismos.
Yo denominaría al castrado como ungido, la testosterona vuelve a las personas en animales
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