El ver fútbol comercial es negativo y aprenderlo es solo una justificación para los viciosos de dopamina.Nacimos con una necesidad de ganar, más si somos producto de competencia de espermatozoides, esta se convierte en trastorno y es utilizado por manipuladores como generadores de marcas de producto.
Los héroes toman el lugar de nuestros ímpetus absorbiendo nuestras ganas y disfrutamos de las victorias de terceros, olvidando que nosotros podríamos ser héroes de nosotros mismos.
Cuando intentamos "ir a lo nuestro" es cuando mayor atractivo desprendemos, aunque pueda parecer una paradoja, es precisamente cuando no intentamos gustar a los demás cuando más encanto desprendemos; cuando nos mostramos indiferentes a la visión que los demás puedan tener de nosotros, es porque no se tiene miedo al rechazo y esto hace que nos sintamos cómodos en situaciones sociales.
Es el problema de la libertad filosófica, que los lleva a creer que son libres, como el borracho que en realidad no quiere beber, o cuando las personas no quieren propaganda política estatal, pero lo premian con aprobación
¿Quién manipula?
Toda persona que use a los demás para alcanzar sus deseos, es un manipulador.
Los manipuladores muestran dogmatismo, algo similar sucede en las grandes manipulaciones de la sociedad, se presenta a una parte de la verdad como si lo fuera ésta, todo. Por ejemplo, el caso de aquel desodorante que por el hecho de usarlo ya dará seguridad a quien lo compra. Sí, da la seguridad que uno no va a oler mal, pero entre eso y adquirir seguridad para enfrentarse a los problemas de la vida, hay un gran abismo.
La intención es lograr que el manipulado presente un comportamiento preestablecido por el manipulador.
Aparentemente el manipulador lo hace basándose en valores, sólo aparentemente, en toda acción manipuladora se juega con los verdaderos valores, cuando en realidad los niega
Para combatirlos, ante todo no hay que ceder a sus presiones y manejos, para que exista manipulador tiene que haber manipulado, tomarse tiempo para reflexionar y esquivar los manejos psicológicos que nunca terminan bien
Tengo derecho a existir por lo que soy, a ser como soy, a que me gusta lo que quiero y a elegir la opción de mi vida que me place, autoanalizándome y viendo que es lo realmente quiero, nadie en realidad quiere comprar camiseta y pagar la publicidad de cervecera en su propio pecho.
